La moneda social

El dinero aparece en la historia del hombre como una forma de facilitar el intercambio de productos o trueque. Aunque en diferentes lugares y en diferentes épocas se han usado diversos productos como moneda, estos productos tienen la característica de que son valorados por la mayoría de las personas; por ejemplo el cacao en México, la sal (de ahí la palabra salario), y los metales preciosos, principalmente el oro, que finalmente fue el metal que tuvo mayor aceptación como moneda. Resultando un problema para las personas que acumulaban grandes riquezas, pues requirieron guardar su oro en un lugar seguro, y aparecieron los bancos, mismos que al dificultarse el transporte del oro se les ocurrió emitir un vale por el oro guardado,  lo que dio origen a los billetes que hoy conocemos. Para no hacer más larga esta historia los gobiernos  se arrogaron el derecho de la emisión de dinero durante muchos años, por medio de instituciones como el banco de México en nuestro país o  La Reserva Federal en Estados Unidos. Actualmente son los mismos bancos los que emiten el dinero llamado – dinero deuda- pues sólo basta un click para prestar dinero por medios electrónicos, o en un cheque, sin importar si existe sustento (oro, petróleo, producción) para emitir ese dinero.

 

El dinero, es  lo más valorado en el sistema capitalista, como lo fue la posesión de la tierra en el sistema feudal; aunado esto al individualismo que el mismo capitalismo fomenta, el dinero, se ha convertido en razón de ser de muchas personas en esta sociedad. El dinero despierta la codicia, se coloca por encima de los valores humanos, la ética se hace a un lado con tal de obtenerlo, en nombre del dinero se causa daño, se lástima, se mata, se hacen guerras, se pierde la dignidad, se daña a la naturaleza, se promueve la desigualdad y el dominio de unos sobre otros. Si pensamos esto con detenimiento, será difícil creer que esta es la manera de vivir que deseamos.

Las monedas sociales aparecen en muchos casos para contrarrestar la fallas del sistema económico, como la falta de dinero circulante en tiempos de crisis, de tal manera que los industriales han utilizado estas monedas sociales en tiempos difíciles, lo cual les ha permitido no detener su producción por falta de recursos; ya que la moneda social incrementa las ventas y la obtención de bienes y servicios, pero no suple a la moneda común, sino que la complementa.

Pero también aparecen monedas sociales en franca rebeldía contra el capitalismo, tratando de suprimir algunas de las aberraciones generadas por el dinero común. Hay monedas que para su uso, los productores consumidores o –prosumidores-, se comprometen a que sus productos sean sanos, elaborados sin la utilización de sustancias nocivas o contaminantes (insecticidas por ejemplo), que use materiales reciclables; al solicitar esto se pone en primer lugar el cuidado de la naturaleza, antes que la ganancia personal. En otros casos se solicita que los productos no provengan de la explotación de los seres humanos, o que no sean productos que impliquen el daño a la dignidad de los seres humanos (trato humillante a los trabajadores por ejemplo) o de los animales (condiciones de hacinamiento por ejemplo), etc.

Por otra parte, hay que entender de otra manera algunos conceptos, como el –trabajo- ;el trabajo es para ganar dinero se piensa en el capitalismo, pero acá, el productor trabaja para ofrecer un producto a la comunidad, y teniendo como referencia que la comunidad es lo más importante, y que lo que uno produce y entrega a la comunidad debe ser algo bueno, para que en reciprocidad la comunidad también nos dé buenos productos; de esta manera rompemos la norma capitalista individualista de obtener la ganancia máxima al menor costo, aquí de lo que se trata es de otorgar lo mejor a la comunidad, teniendo la ganancia justa. Y hablando de la ganancia justa, los precios de los productos y servicios no están influenciados por la especulación, ni por el afán de lucro personal, sino por la retribución justa de nuestro trabajo y por factores como la solidaridad y la generosidad, lo que hace que esta moneda tenga un sentido social-comunitario y no se devalúe.

Pero la característica fundamental de la moneda social es que se entienda que la función del dinero es facilitar el trueque, que lo que cada quien produce es para el consumo de la comunidad y que la comunidad va a producir lo que nosotros necesitamos, y que estos productos circulan satisfaciendo las necesidades de la comunidad por medio del dinero, por lo tanto la moneda social no es para acumularse, porque su función es servir a la comunidad en general y no a una sola persona.

En mi punto de vista, la moneda social debe servir para transformar las relaciones económicas capitalistas, basadas en el abuso personal, el individualismo y la explotación; por relaciones basadas en la solidaridad, la comunidad y la ética.  

Ariel Garibaldi